martes, 8 de agosto de 2017

Al Pueblo Español: Os merecéis ser esclavos.

No necesitamos irnos a un lugar lejano para saber que algo va muy mal.

En nuestro país, solo el año pasado, 866 mujeres fueron victimas de la violencia machista. Una mujer es violada cada 8 horas. Vivimos en un país donde se desprecia y cosifica a las mujeres. Las más pobres, se arrastran hasta tal punto de tener que dar placer sexual, o incluso parir a los hijos de los ricos. (Si crees que un pobre se puede permitir irse de putas o alquilar un vientre, no has entendido nada)

Ante esta situación, muchos salen diciendo: "los hombres también mueren / son violados", "denuncias falsas", "las feminazis bla bla bla, matriarcado criminal". Entre estos cobardes que prefieren mirar a otra parte. Somos un país de mediocres que, como en nuestro conformismo estamos tan cómodos, nos negamos a admitir que hay un problema.

Cada vez más, nuestros derechos retroceden. He visto a pobres apoyar la educación concertada, la sanidad privada, bajadas de sueldos, y aumentos de jornadas laborales. He visto como se ha llegado a cuestionar que 600 euros sean un salario bajo, que las vacaciones sean un derecho, o que no pagar a los becarios sea explotación laboral.

Si creéis que en el mundo actual del siglo XXI, donde el 40% de la riqueza la posee el 1% (y cada vez va a más) no podemos tener derecho a una educación laica y gratuita, no podemos tener derecho a una sanidad publica, y gozar de una buena salud, y no podemos tener derecho a servicios básicos como alimentación, luz, agua, o gas, por el simple hecho de que tener una vida digna "es una utopía y no se puede hacer", entonces, ¡OS MERECÉIS VIVIR EN EL MUNDO DE MIERDA QUE ESTA POR VENIR!

Sois una panda de cobardes, unos mierdas que creen que chupándole los pies a Amancio Ortega vais a vivir como el, cuando en realidad, lo que estáis consiguiendo es pareceros cada vez a los niños de Bangladés a los que ese desalmado explota.

Os indignáis más con un chiste de Carrero Blanco, que con un comentario homófobo de un concejal del PP.

Os indignáis más con una estelada o una tricolor en un balcón, que con las agresiones xenófobas de la nazi de Murcia y de Hogar Social Madrid.

Os indignáis más por ver a Pablo Iglesias criticar la corrupción del PP, que con la propia corrupción del PP.

Os indignáis más con que se llame fascista a Franco (lo que es), que con la transfobia de Hazte Oír.

Os indignáis más con que se retiren nombres franquistas de nuestras calles, que con Gallardón en un funeral fascista.

Somos un país donde un presidente a ido a declarar por la corrupción de su partido, donde el PP y el PSOE cambiaron el articulo 135 de la constitución como les salio del rabo sin referéndum, donde los fascistas son impunes mientras se encarcela a titiriteros. Y aun con esas tenéis la poca vergüenza de dar lecciones de democracia a "Cubazuela del Norte", mientras nuestros políticos (el Rey incluido) se codea con Arabia Saudí, siendo cómplices y colabores en la masacre que ese país esta provocando en Yemen, pero claro, de eso no tenias ni puta idea, porque no pasó en Venezuela, ¿verdad?

Merecéis ser desahuciados de vuestras casas, merecéis pasar hambre, merecéis vivir de por vida con una enfermedad, merecéis cobrar 300 miseros euros por 12 horas diarias de trabajo, merecéis ser los esclavos que aspiráis a ser.

No siento ninguna pena por vosotros, ojala el capitalismo triunfe y os joda a base de bien. Cuando eso ocurra yo estaré viviendo como un salvaje en una montaña, durmiendo en el suelo, comiendo carne cruda, y aun así tendré una vida más digna que la vuestra, si es que antes no me he rajado las venas en un bañera. Prefiero estar muerto antes de que vosotros me arrastréis a la esclavitud que tanto os excita.

De quien voy a sentir pena, (y de echo ya la siento) es de vuestros hijos. El mundo en el que ellos van a nacer, será un mundo en el que no existan esos derechos por los que nuestros abuelos lucharon y murieron, esos derechos que nuestros padres disfrutaron, y esos mismos derechos que hoy, vosotros menospreciáis y os negáis a defender.

De la misma manera que hoy nos preguntamos como pudieron los alemanes confiar en Hitler, ellos os preguntaran como fuisteis tan gilipollas de votar a Rajoy o a Rivera, de tragaros las tesis económicas de Juan Ramón Rallo, o de quedaros de brazos cruzados mientras la CEOE y el IBEX os saqueaba y os retornaba al mundo laboral del siglo XIX.

Solo espero que vuestros hijos vean más allá de la mediocridad de sus padres, y hagan a vuestros nietos la generación que derroque al mal que vosotros, sus abuelos, no solo tolerasteis, sino que normalizasteis y respetasteis.

La juventud, revolucionaria e inconformista. Eso sería en otra época, ahora solo hay decadencia.